Radioaficionados en Pantalla. Sergio y Serguéi

Hace unas semanas, pasaron por la televisión el filme Sergio y Serguéi, a propósito de la inauguración del XL Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. ¡Al fin la pude ver¡ casi un año después de su premier, confieso que en parte por no perseguirla tanto como debería y otro tanto por lo que demoraron en pasarla por la televisión, en días en los que no en todos los municipios del país, existe una sala de cine para disfrutar de los estrenos.

Igual, la pudimos ver al fin todos los cubanos masivamente, radioaficionados o no, para así saciar la curiosidad y expectativas que habían creado los medios de difusión con toda la crítica positiva y las noticias de premios ganados dentro y fuera de Cuba.

Sin afán de crítica cinematográfica, el filme de Ernesto Daranas me parece una pequeña obra de arte. Pasando por el uso de lenguaje audiovisual y de todos los otros elementos utilizados para la construcción del diálogo con el espectador, resulta significativo y novedoso cómo se narra una cotidianidad que fue la de miles de familias cubanas en un momento muy duro de nuestra historia, teniendo como centro, el único escape que tenía Sergio a todo el agobio que vivía: la radioafición.
 
Pero más significativo resulta para mí, y seguro para muchos otros también, como se reflejan escenarios comunes para el radioaficionado cubano y que de seguro muchos ni se lo imaginaban. Los problemas con los equipos y las miles de peripecias que se viven para mantenerlos funcionando, el funcionario extremista, la incomprensión, el debate interno entre lo establecido y lo que dicta la realidad y así otras tantas que se ven en los pequeños detalles. Pero por sobre todas las cosas: el destaque de la capacidad del radioaficionado para romper barreras, entablar diálogos y ayudar al necesitado, como lo comenta Peter (Ron Perlman) “¿soviético?, no importa es un radioaficionado” .

Usted ahora mismo podría citar anacronismos, el ejemplo de algún equipo que en esa época no existía o algo del lenguaje común de los radioaficionados que se utilizó mal. Pero lo que resulta innegable es el mérito que hay que concederle a este filme, que se arriesga a narrar una historia en medio de un contexto histórico complejo para el cubano y lo hace montando esta historia a hombros del desconocido, incomprendido, subvalorado y siempre visto con recelos; pero además hermoso, apasionante, solidario, útil y universal mundo de la radioafición. Gracias Daranas.

Denis R. Méndez (CM3DRM)
Coordinador Sistema Informativo FRC
Filial Artemisa
Diseño Gráfico: Oscar Hernández (CM7OHM)