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Doctor Mario Muñoz: un Radioaficionado excepcional

Por: *Arístides Rondón Velázquez (CL6ERV)
Colaborador del Sistema Informativo de la FRC
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Aquel domingo 26 de julio de 1953 el médico y radioaficionado moncadista Mario Muñoz Monroy (CO5MM) cumpliría 41 años cuando fue asesinado por las hordas batistianas. Consciente de que la Patria lo necesitaba como combatiente no fue a festejar con  familiares y amigos sino al combate liberador en donde perdió la vida y pasó a integrar la larga nómina de mártires de nuestra historia.

Había nacido el 26 de julio de 1912 en la ciudad matancera de Colón en donde cursó estudios; en los primeros años de la década del 1930 dio muestras de rebeldía y patriotismo luchando contra el dictador Gerardo Machado Morales, presidente de la República de Cuba entre 1925 y 1933. Con la caída de Machado se inició una etapa oscura en Cuba con el ascenso al poder real de Fulgencio Batista Zaldívar cuyos desmanes fueron combatidos por el joven Mario.

En el año 1936 Mario Muñoz ingresó en la Universidad de La Habana, única existente entonces en el país, para estudiar medicina,  concluyendo sus estudios en  1942; con posterioridad se radicó en Colón y ejerció su profesión con profundo humanismo. En ese mismo pueblo constituyó una familia.

Hoy se conserva en su ciudad natal como Museo, la edificación en donde el Médico del Moncada tuvo su consulta, así como equipos de laboratorio y fisioterapia. En ese lugar, además, instaló una potente planta de radio para comunicarse con radioaficionados nacionales y extranjeros; allí le sorprendió el golpe de estado del 10 de marzo de 1952 dado por Batista y que Mario Muñoz repudió siempre.

Fue ahí  en donde Fidel Castro estableció contacto con el Dr. Muñoz considerando que le sería muy útil como médico y radioaficionado a la Revolución que se estaba organizando. La aceptación del galeno fue entusiasta e inmediata. De esa manera fue uno de los 121 hombres que se reunieron en la Granjita Siboney de Santiago de Cuba para de allí partir a una acción que aun desconocían.

Mario iba al combate como médico, acompañado de Melba Hernández y Haydee Santamaría, listos para atender a los posibles heridos de cualquiera de las dos partes que se enfrentarían. El médico y los demás asaltantes al Hospital Saturnino Lora; (centro asistencial cercano al Cuartel Moncada) estaban bajo las órdenes de Abel Santamaría.  Cuando comprobaron que la acción no había tenido éxito tuvieron la idea de vestirse como pacientes ingresados, sin embargo, una miserable delación provocó la captura de casi todos los combatientes que se encontraban en ese lugar.

Posterior a su captura, los sobrevivientes fueron juzgados y en el juicio Melba Hernández  declaró lo siguiente: “El doctor Muñoz vino como médico a auxiliar tanto a unos como a otros. A Mario lo detuvieron en perfecto estado de salud junto a nosotras; a los tres nos condujeron a pie desde el Hospital, al Moncada; él caminaba entre dos escoltas a 2 ó 3 metros de distancia delante de Yeyé y de mí. Escuchábamos que le explicaba a un militar, que era médico y que no había llevado armas; el militar lo insultaba y lo empujaba violentamente, y una de las veces que trató de pararse, -porque lo habían lanzado al suelo-, le dispararon por la espalda, asesinándolo”.

En los sucesos del 26 de julio de 1953 en Bayamo y Santiago de Cuba, sólo hubo 6 asaltantes caídos en combate, los demás (55), fueron asesinados por órdenes directas de Batista. Mario fue uno de ellos, justo el día que cumplía 41 años. De los nombres de  sus asesinos nadie se acuerda, a Mario lo recuerda todo el pueblo redimido de Cuba; y los radioaficionados cubanos estamos recordándolo de manera especial en estos días cuando se cumplieron 111 años de su nacimiento y 70 de aquel cobarde asesinato.

El 1 de julio de 1982, al visitar el Museo en donde se recuerda a Mario y otros combatientes, Jesús Montané Oropesa, también uno de los asaltantes en Santiago de Cuba, escribió en el libro de visitantes: “Hace ya más de 30 años acompañé a Fidel a visitar al compañero Mario Muñoz. La visita tenía el objetivo de encargarle a Mario dos plantas de radio para uso clandestino. Nuestro hermano Mario Muñoz cumplió la encomienda de Fidel y el 8 de mayo de 1952 el acto que se celebró en la escalinata de la Universidad, en memoria de Antonio Guiteras, fue transmitido por voz desde las plantas de radio que gestionó el doctor Muñoz. Gloria eterna a ti, hermano del Moncada y de la esperanza.”

De luces y sombras están hechos los hombres, se ha repetido muchas veces, y exaltar las primeras obviando las segundas puede propiciar que nuestros mártires parezcan inalcanzables cuando el afán es seguirlos. Por ello es imprescindible recordar a nuestros héroes sublimes, nuestros muertos gloriosos…sobre todo en momentos excepcionales en que ellos nos pueden mostrar su ejemplo y compulsarnos a continuar caminando por nuevas sendas de victorias.
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Nota del Editor: El presente trabajo es un material escrito hace algunos años por el colega Arístides Rondón Velázquez (CL6ERV), quien se desempeñó durante mucho tiempo como profesor de Historia del Instituto Pedagógico Félix Varela, de la provincia de Villa Clara. A dicho material se le hicieron pequeños ajustes de actualización y por su importancia desde el punto de vista del mejor conocimiento de nuestra Historia, volvemos a reponer en las páginas de FRCuba.

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