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Historias que prestigian a la Radioafición

Los radioaficionados en cualquier lugar del mundo son portadores de anécdotas e historias maravillosas que encierran enseñanzas para los más jóvenes y aportan una información valiosa para los lectores que no conocen los servicios que prestan a la comunidad estos hombres y mujeres de manera voluntaria, con riesgo muchas veces para ellos.

Hoy les comparto una de estas historias en que un radioaficionado cubano desempeñó un papel protagónico junto a otro colega dominicano y ambos contribuyeron a salvar 37 vidas.

Aníbal Álvarez Pérez (CO8JC), es un veterano de la radioafición cubana que es miembro del Radio Club Municipal de Gibara, en la provincia de Holguín con quien he tenido múltiples contactos radiales durante mi trayectoria a quien entrevisté en el 2018, para FRCuba, la página oficial de nuestra organización, en la que me narró una de esas experiencias, que vale la pena reponer seis años después de su publicación original. Pero dejemos que sea Aníbal quien nos cuente:

“Una mañana de marzo de 1983, salí al radio como de costumbre y estaba en contacto con la Estación CO8BP de Manzanillo, en la Banda de 40 metros, en la frecuencia de los 7 045 kHz, cuando escuché a alguien pidiendo auxilio.

Pensé que se trataba de un radioaficionado, pero cuando le pedí identificación, me dijo ser capitán de un barco mercante dominicano. Dicha embarcación pertenecía a una compañía de barcos de Puerto Plata.
El capitán del barco “Guille 1ro”, se nombraba Máximo Ramón. Me informó que el motor de la embarcación había sufrido una rotura y cuando se tiró el ancla, la cuerda se rompió y quedaron a la deriva en la zona de los cayos Two Brothers, a poca distancia de la Isla Inagua".

"Cuando recibí el mensaje de auxilio, inmediatamente me di a la tarea de localizar un radioaficionado de Puerto Plata. El colega, entonces HI3GAG Abner Gómez, respondió a mi llamado y ambos nos dedicamos enteramente a auxiliar a aquellos hombres, trabajadores del mar, cuyas vidas estaban en peligro.
Abner inmediatamente localizó al señor José Hernández, propietario de la compañía a la que pertenecía el “Guille 1ro.” y a las autoridades dominicanas. Yo hice lo mismo con las autoridades cubanas, que me instruían de lo que debía hacer, y era el enlace entre Máximo Ramón y Abner, que mantenía informado incluso a los desesperados familiares de los tripulantes de la embarcación, sobre el estado en que se encontraban los mismos".

"Cuando llevábamos dos días en tan valiosa misión comenzó a escasear el agua y los alimentos. Las baterías con las que se alimentaba el equipo trasmisor del barco mantuvieron su carga. Los hombres del mercante comenzaron a impacientarse, algunos estaban nerviosos; pero Máximo mantuvo la serenidad que le inculcábamos Abner y yo. José Hernández y la embarcación pidieron ayuda al gobierno cubano, la que tramité inmediatamente. Las autoridades portuarias cubanas enviaron al remolcador Voltecnik, de origen soviético, que se encontraba en el puerto de Antilla".

"Después de realizar un bojeo por el lugar cerca del punto donde se encontraban los zozobrados tripulantes, no los encontraron. Al filo del cuarto día, a través de Abner, José Hernández solicitó ayuda al gobierno dominicano y estos enviaron el remolcador Misberena. Los alimentos en la embarcación se habían agotado, el agua también. Algunos hombres querían lanzarse al agua y nadar en busca de una orilla salvadora; pero esas aguas son muy peligrosas y seguro les costaría la vida. Nosotros en nuestras constantes comunicaciones, les inculcábamos serenidad y confianza; pero la situación para estos hombres era extremadamente desesperante. El trabajo, sin descanso durante varios días, fue agotador; noches sin dormir y días enteros, con nuestros equipos, hacían posible la comunicación con estos hombres, ya dominados por la desesperación y el miedo".

"Al cabo del quinto día, el remolcador Misberena localizo al “Guille 1ro”. El encuentro entre los tripulantes salvadores y salvados fue inolvidable; alegría, abrazos, agradecimientos y lágrimas amenizaron el hecho. Abner, Máximo Ramón, José Hernández y yo nos sentimos alegres, felices de aquel encuentro.

La vida había vencido una vez más a la muerte. Abner actuó con mucha entrega, dedicación y amor en esta hermosa misión. Estos hombres, sus familiares, las autoridades, tanto cubanas como dominicanas, pudieron conocer lo valioso del sentido del deber y la solidaridad humana de los radioaficionados".

"Hoy, un poco más viejos, Abner y yo recordamos aquella hazaña, en la que nuestro modesto esfuerzo jugó un papel decisivo en el rescate y salvamento de aquellos 37 dominicanos, y nos parece que aún estamos en deuda con la humanidad”.

Le agradezco a CO8JC este valioso testimonio, que nos muestra la inmensa responsabilidad que contraemos los radioaficionados cuando estamos activos con nuestras estaciones en el éter y nadie puede suponer en que minuto puede ocurrir una emergencia y pasar del simple entretenimiento a convertirnos en el centro de las acciones que hacen posible salvar vidas.

Hace pocos minutos antes de publicar su testimonio, llame a Aníbal y conversamos largo rato, recordamos los primeros tiempos en la radio y a muchos colegas de quienes aprendimos los primeros pasos en este apasionante mundo. Siempre fuel, además, un promotor de la literatura y tiene ocho libros publicados, de su salud, se siente bien aunque no han faltado los achaques propios de los 75 años que lleva en su mochila. Me encargó trasladar su saludo a los radioaficionados y demás amistades a quienes recuerda con mucho cariño.

Sin dudas la radioafición es algo más que un hobby. Ejemplos de lo anterior poseo varios, pero prefiero tratarlos en otros artículos que continuaremos compartiendo con nuestros colegas y lectores en general en las plataformas de las redes sociales y otras publicaciones especializadas.

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*Joel Carrazana Valdés (CO6JC)
Colaborador Sistema Informativo de la FRC
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Se han publicado 4 comentarios

  • (co2bk) Luis Enrique Estrada Hernández

    Excelente historia de un momento del actuar de nuestros Radioaficionados; algunos creen que este hobby solo se trata de tomar un micrófono y hablar con otras personas por el radio; y por supuesto, en cientos de ocasiones se ha probado la muy alta valía que tienen los que practican esta forma de comunicaciones de aficionados en momentos de desastres y situaciones tensas donde lo más importante llega a ser, como en el caso que se narra en esta historia, el haber salvado la vida de varias personas. Muy seguro será que, al paso de los años y en cualquier tertulia entre amigos y familiares, los que resultaron beneficiados en esta historia de rescate, repitan una vez más: nosotros estamos vivos porque unas personas que son Radioaficionados intervinieron. Felicitaciones para Aníbal y para todos nuestros colegas, tanto los del patio como los de cualquier parte del mundo, que se mantienen a la entera disposición de servicios a la humanidad. Y por supuesto, el reconocimiento al villaclareño Joel Carrazana, (CO6JC) por traernos siempre estas valiosas remembranzas.

  • (CL6HM) Victor Hugo Henriquez Mesa

    Felicitaciones Aníbal Álvarez Pérez (CO8JC) y a todos los que intervinieron en el rescate. Otra muestra de la importancia de la radioafición para situaciones de emergencia.
    Por eso es necesario hacer radio, los accidentes, emergencias y catástrofes no siempre se pueden predecir. Felicitaciones hoy 15 de Enero a la Sociedad Espeleológica de Cuba en su día. Muchos de sus integrantes son Radioaficionados por estar vinculados a la Radio en sus expediciones,
    A todos los colegas y cibernautas que visiten el sitio, que "la propa les acompañe" por siempre 73

  • (CO8NMN) Noel Matos Sardiña

    Gracias a Anibal por haber puesto todo el empeño en ayudar a esas personas en un momento en que estaban prácticamente perdiendo la vida hechos como estos hablan muy bien de nuestros radioaficionados que han hecho mucho a lo largo del país algunos con muy poco equipamiento como Anibal pero con un gran corazón. nuevamente Gracias y también a Joel por traernos ésta interesante historia, se le hecha de menos por éste rincón. 73 hermanos

  • (co6se) Manuel Romero

    Este tipo de historia, de las que hay muchas similares, son las que me hacen sentir siempre con el orgullo de ser un radioaficionado mas.
    Que la solidaridad prevalezca sobre cualquier ideología.
    Un abrazo cordial desde Trinidad, provincia de Sancti Spiritus